El domingo pasado el grueso de nuestra tropa se fue a la Carrera Popular Fiestas de la Elipa, una de las clásicas de nuestro calendario. Organizada por la Asociación de Vecinos la nueva Elipa, la carrera consta de 10 km en dos vueltas a un circuito lleno de toboganes con salida y meta en el Parque del Dragón. El más destacado fue Miguelón, que se escapó (lo está cogiendo por costumbre) en los de salida con otro atleta, con el que aguantó hasta el km 2. Siguió sólo hasta el km6, donde le pillo un trío y aguantó con ellos hasta el último km, donde se descolgó un poco para acabar 5º con 33’20. Raúl quedó en el puesto 12º con poco más de 35’. El siguiente en llegar fue Pepe, y un poco después Iván y Yordi. Dicen las malas lenguas que estos dos iban de charla y que no se les vio sudar…
Carlitos y Chusma sin embargo se fueron a pasar el día a la sierra. A primera hora para ir haciendo hambre para las tortillas, recorrieron los 17km de la Carrera por Montaña Las Dehesas – Puerto de Navacerrada.
Un poco de frío y muy buen ambiente en la salida llena de habituales 
de este tipo de pruebas. En cuanto los rayos de sol se abrieron paso entre los pinos se quedó una mañana estupenda para correr, y a las 10:00 se dio la salida. Los primeros 7 km eran por la calzada romana, con un tramo 3km de subida durísima, tanto por el desnivel como por lo irregular del terreno (ni que este camino tuviera 2000 años…). Aunque nuestros chicos habían quedado en salir juntos, Chusma se animó y coronó el puerto de la Fuenfría con cierta ventaja. En el primer tramo de bajada, el más llevadero y todavía por la calzada romana, Carlitos volvió a darle caza y en cuanto empezó la bajada de verdad (entre helechos y saltando riachuelos por una ladera cada vez más vertical en la que apenas se distinguía un sendero) le perdió de vista.
Tras un tramo de unos 2km con toboganes (que comparado con el resto del recorrido se puede considerar la parte “llana”) en las inmediaciones de la pradera de la Fuenfría, empezaba de nuevo la subida en dirección a Navacerrada y conforme pasaban los kilómetros la pendiente iba aumentando hasta llegar a un momento en el que no se podía correr. Así, caminando, Chusma volvía a tener a Carlitos a tiro, pero no llegó a cogerle y en el último tramo de algo más de 1km de bajada, Carlitos aumentó de nuevo la ventaja con su compañero para plantarse en la meta, situada en el refugio de Navacerrada, en el puesto 43º con un tiempo de 1h46:33. 8 puestos y 66 segundos llegó Chusma. Nuestros chicos se ganaron sin duda la tortillita (y los filetitos y la cervecita…).
de este tipo de pruebas. En cuanto los rayos de sol se abrieron paso entre los pinos se quedó una mañana estupenda para correr, y a las 10:00 se dio la salida. Los primeros 7 km eran por la calzada romana, con un tramo 3km de subida durísima, tanto por el desnivel como por lo irregular del terreno (ni que este camino tuviera 2000 años…). Aunque nuestros chicos habían quedado en salir juntos, Chusma se animó y coronó el puerto de la Fuenfría con cierta ventaja. En el primer tramo de bajada, el más llevadero y todavía por la calzada romana, Carlitos volvió a darle caza y en cuanto empezó la bajada de verdad (entre helechos y saltando riachuelos por una ladera cada vez más vertical en la que apenas se distinguía un sendero) le perdió de vista.Tras un tramo de unos 2km con toboganes (que comparado con el resto del recorrido se puede considerar la parte “llana”) en las inmediaciones de la pradera de la Fuenfría, empezaba de nuevo la subida en dirección a Navacerrada y conforme pasaban los kilómetros la pendiente iba aumentando hasta llegar a un momento en el que no se podía correr. Así, caminando, Chusma volvía a tener a Carlitos a tiro, pero no llegó a cogerle y en el último tramo de algo más de 1km de bajada, Carlitos aumentó de nuevo la ventaja con su compañero para plantarse en la meta, situada en el refugio de Navacerrada, en el puesto 43º con un tiempo de 1h46:33. 8 puestos y 66 segundos llegó Chusma. Nuestros chicos se ganaron sin duda la tortillita (y los filetitos y la cervecita…).
